Consejos de seguridad para chimeneas de leña

Aunque el uso de radiadores y otros sistemas de calefacción dejaron un poco de lado a las tradicionales chimeneas, lo cierto es que actualmente están volviendo a ganar protagonismo. No es extraño encontrarse con un espacio en el que la chimenea cumple un papel decorativo y de confort. De hecho muchos decoradores apuestan por instalar una chimenea de leña para darle un toque hogareño a la estancia. Sin embargo es importante tener en cuenta algunos consejos de seguridad para chimeneas de leña, ya que no deja de haber ciertos peligros cuando se introduce el fuego en casa. Veamos algunas claves para evitar riesgos.

Los peligros de una chimenea de leña

El riesgo más importante de una chimenea de leña es evidentemente el fuego. Si no se enciende, no tiene por qué haber ningún peligro, pero está claro que además de decorar lo que se busca es disfrutar de un ambiente cálido.

Además, es importante que todo esté en buen estado. Hay que prestar atención a la instalación y darle un mantenimiento adecuado, revisando de forma regular el estado de las salidas de humo y otros elementos.

En caso de que la chimenea tenga algún tiempo y no se haga usado, lo recomendable es que un experto le eche un vistazo para comprobar su estado. Podría haber algún atasco y al encenderla encontrarnos con un montón de humo que no sale por donde debe salir, o incluso que se produzca un incendio. Así que si tienes alguna duda, mejor llama a un profesional.

Separación de la chimenea

Lo normal es que sea el instalador o el fabricante el que marque las pautas acerca de la separación que debe haber entre la zona de fuego y la pared. Lo normal es que haya por lo menos un metro entre la zona de fuego y las paredes para poder controlarlo y permitir que entre suficiente aire por todos lados.

Las ventajas de tener una puerta

Uno de los mejores consejos de seguridad para chimeneas de leña es poner una puerta en el hogar. De hecho, cada vez es más frecuente proyectar la instalación de la chimenea contando con ellas tanto por seguridad como por estética.

Las puertas para chimeneas son elementos esenciales para disfrutar del fuego con total seguridad. Al mantenerse cerradas no hay peligro de que una chispa pueda saltar y prender algún elemento que haya cerca, ni que caiga sobre alguien y produzca una quemadura. Esto es especialmente interesante cuando hay niños en casa, ya que pueden estar cerca del fuego sin temor a que puedan sufrir daños.

Otro de los beneficios de una puerta es que se puede controlar mejor la temperatura y regular el calor. Se logra el confort ideal simplemente con ajustar la rejilla, dejando entrar más o menos aire para controlar el fuego. Además se logra un mayor aprovechamiento del combustible por lo que es una buena medida de ahorro. Por no hablar de que una puerta cuando la chimenea no hace falta evita que por el tubo entre el polvo.

Otro factor respecto a la limpieza es que la puerta reduce la cantidad de carbonilla que se cuela hacia dentro. Así no hay peligro de que alguien con problemas respiratorios sufra por que el ambiente está muy cargado de partículas.

Es fundamental una buena instalación

Algunas veces los riesgos no vienen por encender el fuego o tener abierto el hogar, sino por instalar la chimenea de forma inadecuada o dejarlo en manos de gente que no tiene suficiente experiencia.

La instalación de la chimenea implica mucho más que abrir un hueco para pasar el tubo y poner la zona donde se consumirá el combustible. Es un trabajo que lleva su tiempo, porque se tienen que tomar medidas para que haya un espacio de seguridad entre la chimenea y elementos de la vivienda que pudieran verse afectados por el calor. También hay modelos muy complejos que no puede colocar cualquier persona si no quiere sufrir las. consecuencias.

Este es un detalle importante porque hay lugares en los que los seguros pueden negarse a cubrir los daños de un incendio si la instalación no está avalada por un profesional. Y por supuesto, el rendimiento óptimo de la chimenea solo se puede conseguir cuando está todo instalado como debe.

El almacenamiento del combustible

Por razones prácticas lo habitual es comprar leña para toda la temporada y no tener que estar buscándola cada vez que se nos agote. Además de que no es eficiente, no solemos disponer del tiempo que se debe invertir en ir una y otra vez a por ella.

Si no se almacena de forma correcta, puede que haya humedad y además de no arder bien, los troncos pueden producir mucho humo. A menudo se almacena en el garaje, que la aísla de la lluvia, pero que al estar en contacto con el escape del coche no es precisamente lo mejor.

¿Cuál es entonces el mejor sitio donde almacenar la leña? Lo ideal es tener un armario o un leñero, que esté bien ventilado y accesible. Puede estar en el exterior de la casa o junto a la chimenea, siempre dejando un espacio de seguridad para que no haya problemas. Así podrás contar con un suministro continuo y en las mejores condiciones para que el fuego sea perfecto.

Si sigues estos consejos, podrás disfrutar al máximo de tu chimenea de leña y no tendrás que preocuparte por la seguridad.