Cómo mejorar la eficiencia energética de tu chimenea

Tener una chimenea en casa es algo que puede mejorar mucho el nivel de confort de nuestro hogar. Sin embargo, si esta no es eficiente desde el punto de vista energético, nos podemos encontrar con un método de calefacción que puede ser bastante costoso.

Por ello, aquí te hablamos sobre cómo mejorar la eficiencia energética de tu chimenea. ¿Comenzamos?

¿Qué es una chimenea eficiente?

Cuando hablamos de una chimenea o estufa eficiente, nos estamos refiriendo a un sistema de calefacción que consume poco combustible, que el combustible que consume es biodegradable. Y que, además, con poca cantidad puede ofrecer un gran aporte calórico.

Pero para que todo ello ocurra, esa estufa o chimenea tiene que estar bien instalada, ser de calidad, contar con un buen revestimiento y sistema de circulación del aire y, sobre todo, ser una chimenea cerrada.

Por ello, si estás pensando en instalar una chimenea o estufa o en rehabilitar tu antigua chimenea, deberás tener en cuenta algunos puntos.

Según Applus Laboratories cerrar la chimenea con HotFireDoor mejora la eficiencia energética un 70%

Sin duda la mayor eficiencia energética se consigue solo en chimeneas cerradas con el sistema de HotFireDoor. No lo decimos nosotros, en un informe comparativo de Applus Laboratories confirma que mejora la eficiencia energética de la chimenea un 70% con respecto a tenerla cerrada con nuestras puertas para chimeneas.

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Y es que, las chimeneas abiertas no consiguen aprovechar al 100% las ventajas de quemar un combustible eficiente, ni ayudan a distribuir el calor, etc.

En este sentido, es importante saber, que una chimenea abierta, puede reconvertirse en una chimenea cerrada por medio de la instalación de una puerta hecha a medida como las puertas para chimeneas HotFireDoor.

Unas puertas que cuentan con cristal vitrocerámico. Un cristal para chimenea especial que ayuda en el mejor aprovechamiento del calor producido en la chimenea. Así, estas puertas hacen que tu chimenea sea más limpia y más eficiente. ¿Cómo?

Pues en primer lugar impiden que el humo y la ceniza entren en la habitación, y las convierten en lugares más seguros para niños y mascotas. Y, en segundo lugar, ayudan a ahorrar en combustible puesto que al estar cerrada la chimenea, el calor se concentra más y no es necesario quemar tanta madera o pellet.

Mantenimiento y mejora: claves para que tu chimenea sea eficiente

Para que una chimenea o estufa sea eficiente, es importante que cada uno de los elementos que la componen puedan rendir al máximo. Por ello, es necesario un control y mantenimiento periódico.

Pues solo así podremos evaluar en qué situación se encuentran cada uno de sus partes, si hay grietas o si es necesario cambiar algún elemento. Una limpieza periódica también ayudará a identificar posibles fallos antes que sea muy tarde. 

Además, la limpieza es fundamental porque al no hacerla, nuestra chimenea o estufa, no solo puede obstruirse, sino que también pierde capacidad de calentar llegando incluso a un 50% menos. De ahí que esto sea fundamental si queremos que nuestro sistema de calefacción sea eficiente.

La vermiculita, la aliada en la mejora de la eficiencia energética de tu chimenea.

Además, otra de las mejoras que se han ido introduciendo en chimeneas y estufas para que sean más eficientes es el uso de la vermiculita. Hasta hace poco, el hierro era el material predilecto para crear chimeneas y estufas. Sin embargo, hoy en día se ha determinado que el uso de vermiculita es mucho más eficiente como transmisor de calor, e incluso, su propia maleabilidad lo convierte en un material de más fácil trabajo y transportación que el hierro.

Su composición química de silicatos de hierro, aluminio y magnesio, lo hacen un excelente aislante térmico con muy alta resistencia al calor y al fuego. Tiene propiedades de inercia e inalterabilidad por lo que es muy duradero. Y su uso, facilita que pueda aprovecharse su calor en un 50% más que el hierro haciendo que, igualmente, pueda ahorrase en el uso de combustible.

El uso de combustibles biodegradables

Cuando hablamos de chimenea o de estufa, lo primero que se nos viene a la cabeza es la leña. Pero este combustible también puede verse reemplazado por otro más eficiente: el pellet. Una alternativa muy buscada para satisfacer la demanda de combustión en los hogares que usan sistemas de calefacción. No solo es un combustible barato, sino que además es limpio y no degrada el medio ambiente.

Este material esta hecho de madera. Y es un combustible biomasa que se obtiene a través del serrín que produce la industria maderera o la limpieza de los montes. Dos factores lo hacen muy accesible y de bajo coste.

Además de su fácil acceso y su costo barato, las ventajas que ofrece el pellet son las referidas a su producción de calor. Pues con poca cantidad puede lograrse la aclimatación de manera agradable de una casa, oficina, hotel, etc.

Su combustión lo hace calentar en menor tiempo que la leña, sus cenizas pueden re-utilizarse como abono, o suplemento alimenticio para los animales, y su almacenamiento es mucho más cómodo que el de la madera.

Además, en el caso de tener una chimenea de madera, esta puede reconvertirse al uso de pellet con un simple quemador de pellets para chimeneas. Una pequeña bandeja que se introduce dentro de la chimenea y en la que se puede quemar cápsulas de pellet sin tener que hacer obras.