Cerrar la chimenea con puerta

Cerrar la chimenea con puerta

Hay sitios en los que se tiene la chimenea solo como algo ornamental, aunque en otras casas el fuego de la chimenea es esencial para mantener el confort de la vivienda. Un calor que se obtiene a mejor precio si lo comparamos con los radiadores eléctricos, por ejemplo. Sea como decoración o para darle el máximo uso posible, cerrar la chimenea con puerta es una opción bastante interesante. ¿Quieres saber por qué y cómo hacerlo? Pues sigue leyendo.

 

¿Por qué es interesante cerrar la chimenea con puerta?

Podemos destacar principalmente 3 motivos por los que hacerlo. Mas allá de que se está poniendo de moda y es una tendencia en muchos hogares.

La primera razón que lleva a instalar puertas para chimeneas es la seguridad. Puedes salir de la estancia sin preocuparte de que el fuego este totalmente apagado y no haya brasas que se puedan avivar y provocar un incendio. O que una chispa salte y prenda un mueble o algún textil que haya cerca.

Una segunda razón es controlar el consumo de combustible, especialmente en las chimeneas de leña. Con una puerta se puede contar con varias entradas de aire, que logra un mejor rendimiento y consumo más reducido. El resultado es un mayor aprovechamiento de los recursos comparado con una chimenea abierta, que se están dejando solamente para zonas en las que no se enciende el fuego.

El tercer motivo es poder reducir el olor y revoque de humo cuando hace mal tiempo y es complicado que el humo salga bien por el tubo. La puerta mantiene el olor y la suciedad dentro del hogar, reduciendo el malestar y manteniendo un espacio mucho más agradable.

Dicho todo esto y con la convicción de que cerrar la chimenea con puerta es una muy buena decisión, pasaremos a hablar de cómo poner una en una chimenea que está abierta.

 

¿Cómo poner la puerta en una chimenea abierta?

Lo ideal es elegir una puerta para chimeneas que se pueda colocar de forma sencilla. Teniendo en cuenta el hueco que hay, puedes encontrar varias opciones. Si se trata de una chimenea de obra construida con unas medidas algo diferentes a lo habitual, necesitarás encargar una puerta a medida que encaje perfectamente. Si el hogar de la chimenea es estándar, podrás encontrar puertas adaptadas con mayor facilidad.

En cualquier caso, poner una puerta es bastante simple, siempre que hayas escogido la adecuada. Lo único que necesitas es taladrar unos agujeros en los laterales interiores, coincidiendo con los que hay en el marco de la puerta. Una vez hecho, pon el marco sobre ellos y atornilla hasta tenerlo bien sujeto. Sella el interior con masilla refractaria y deja secar al menos un día. Tendrás lista tu puerta para controlar y optimizar el fuego de tu chimenea.

Cerrar la chimenea con puerta

Dependiendo del tamaño del hueco, puedes encontrar puertas de una o dos hojas, ya que una puerta muy grande puede pesar demasiado y ser un estorbo. En cualquiera de los casos, la instalación será la misma. Solo hay que asegurarse después de que las puertas están bien puestas sobre las bisagras y el sellado es correcto.

 

¿Reduce el calor cerrar la chimenea con una puerta?

Esta es una pregunta bastante habitual, sobre todo porque hay quien piensa que la puerta concentra más el calor mientras que otros consideran que una parte importante de este se irá por el tubo de la chimenea.

¿Quién tiene razón? Lo cierto es que los que hablan de que la puerta reduce el calor, aunque no tanto como para decir que se pierde gran parte. La cantidad de calor que retiene la puerta es bastante poca, y a cambio se gana en seguridad y limpieza, dos factores que son muy a tener en cuenta. Por no hablar del ahorro que supone, con lo que al final se está ganando en todos los sentidos.

 

La mejor puerta para chimenea

Básicamente hay dos tipos de puertas para chimenea. Las que están fabricadas totalmente de metal y las que incorporan un cristal resistente al fuego para chimenea. Este último es el mejor método de cerramiento por varios motivos.

El primero es bastante evidente. Y es que si tienes una chimenea, lo normal será querer disfrutar del fuego, algo que no puedes ver con una puerta sin cristal. Gracias a su transparencia, será como si tuvieras la chimenea abierta, con las ventajas estéticas de esta, unidas a las de tener el fuego bajo control y el hogar cerrado.

Cerrar la chimenea con puerta

Otro de los motivos es que te permite saber en cada momento el estado del fuego, de modo que no tienes que estar abriendo y cerrando la puerta de manera innecesaria. El resultado es aprovechar todavía más el combustible y evitar que el calor se escape, además de la carbonilla y el humo que puede estar generándose.

 

Chimeneas cerradas con puerta, una tendencia en alza

Si nos remontamos 10 años en el tiempo, lo normal era encontrarse con prácticamente todas las chimeneas sin puerta. Hoy la tendencia es a la inversa, e incluso las de obra se quieren optimizar cerrándolas. La mayoría de hogares disfruta de las ventajas de una puerta para su chimenea, y los que todavía no la tienen están buscando la mejor manera de instalarla.

¿Y tú? ¿Aún sigues teniendo la chimenea abierta y solo de adorno? Estás perdiendo una magnifica oportunidad de calentar tu hogar de forma eficaz y económica. Nada como un buen fuego para crear ambiente.

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