Qué es un recuperador de calor para chimeneas

Qué es un recuperador de calor para chimeneas

Conseguir una mayor eficiencia energética es uno de los objetivos principales de cualquier vivienda. De hecho, las nuevas construcciones e instalaciones buscan reducir la cantidad de energía necesaria para mantener el confort. Para ello han surgido algunos elementos, como el que vamos a comentar hoy. Veamos qué es un recuperador de calor para chimeneas y para qué sirve.

Antes de nada, queremos destacar que si tienes una puerta para la chimenea no te hará falta un recuperador, ya que esta reduce el consumo de combustible y mejora la distribución del calor en el hogar. Hablemos ahora de los recuperadores.

 

¿Qué es un recuperador de calor para chimenea?

El recuperador de calor es un módulo al que se acopla otro en su interior, con una estructura que tiene un aislamiento térmico. Así se mejora el rendimiento, primero en la zona de fuego, donde se genera el calor y hace que el aire que ha entrado frío se caliente y salga así hacia fuera, bien de forma natural o forzada.

Básicamente se trata de hacer un intercambio de temperaturas. El aire caliente se saca del módulo interior, dejando que entre aire frío sustituyéndolo por el primero. Este proceso hace que se consuma menos combustible, siempre y cuando el recuperador sea eficiente y esté correctamente instalado.

 

Tipos de recuperador de calor

Hay diferentes tipos de recuperadores, desde los que se hacen pensando en chimeneas vanguardistas hasta otros más tradicionales. En cualquier caso, lo importante es elegir uno que tenga buen rendimiento, con una buena entrada y salida de aire. Es fundamental que se pueda expulsar todo el aire caliente y no solo una parte, ya que la eficiencia depende de este factor.

Se recomienda que sea un profesional quien valore qué tipo de recuperador es el adecuado, además de hacer una buena instalación. De hecho, si no se pone bien, apenas se podrá conseguir que funcione a medio rendimiento, lo cual es una pérdida de dinero y combustible. Si inviertes en algo, que te ayude a reducir realmente el coste a medio y lago plazo, o de lo contrario no servirá de nada.

 

Para qué sirve un recuperador de calor para chimeneas

Es evidente, pero queremos despejar todas las dudas al respecto, así que ampliaremos un poco más el concepto de recuperador de calor. Este módulo se instala con el propósito de recuperar la mayor parte de energía que se pierde en la chimenea cuando esta no tiene una puerta, algo que recomendamos encarecidamente si realmente quieres optimizar el consumo de combustible.

Según algunos cálculos, un recuperador de calor para chimeneas que tenga un buen rendimiento puede recuperar y aprovechar entre un 75 y un 80 % de la energía consumida. Esto supone poder apagar el fuego antes que si no lo tienes, o encender la chimenea algo más tarde. Por tanto, el resultado evidente es ahorrar dinero en combustible.

Qué es un recuperador de calor para chimeneas

Un recuperador se puede combinar con el uso del ventilador en la chimenea, canalizando el calor a otras zonas de la casa a través de una instalación concreta. Esto permite llevar el calor a zonas más frías en las que merece la pena elevar unos grados la temperatura, bien porque se pasa tiempo en ellas o por alguna otra razón.

 

¿Es práctico y útil un recuperador?

La respuesta a esta pregunta en realidad no es un simple sí o no. En realidad depende de muchos factores. Por ejemplo, si vemos los comentarios de quienes tienen uno podemos encontrar opiniones muy diversas, que van desde quienes dicen que es una autentica maravilla hasta los que se arrepienten de haber invertido en ellos porque no notan diferencia.

¿A qué se debe que haya opiniones tan dispares? Básicamente a dos factores.

El primero es que, como hemos dicho antes, es importante que la instalación sea adecuada, lo que incluye un buen aislamiento de las canalizaciones, la elección de un modelo adecuado y el sistema de extracción y entrada de aire óptimo. Si un recuperador de calor para chimeneas no se coloca de modo correcto, o se dejan partes sin aislar, no servirá de nada o al menos no rendirá como debería.Otro tiene que ver con las expectativas. Que un sistema permita reducir el consumo y ahorrar en combustible no significa que vaya a aumentar milagrosamente los grados de una estancia sin apenas consumir, ni que la leña deje de gastarse. A veces es cuestión de consciencia. Un buen recuperador puede ser bastante eficiente, pero seguirás necesitando leña para mantener el fuego y cuando lleguen los días de más frío, tendrás que echar algún tronco más también.

 

Alternativa a los recuperadores de calor

Como hemos comentado antes, una chimenea con puerta no necesita incorporar un recuperador, ya que con ella reducimos el consumo de combustible y podemos canalizar mejor el calor, optimizando los recursos y mejorando la eficiencia. Puedes reducir la cantidad de humo que entra en la estancia, ya que al cerrar la puerta de cristal, este solo tiene una salida, por el conducto. Además. Una chimenea abierta pierde hasta un 90 % del calor que genera, y por eso se buscan soluciones como los recuperadores de calor, con una puerta se obtiene un efecto similar, reduciendo la cantidad de leña que se necesita porque la entrada de aire se controla al máximo.

A no ser que tengas un suministro de leña ilimitado, o incluso aunque lo tengas, seguro que necesitas contar con soluciones para hacer tu chimenea más eficiente.

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