Tareas del deshollinador de chimeneas

Una de las labores relacionadas directamente con el uso de chimeneas es la de mantenerlas siempre en las mejores condiciones posibles. En un artículo anterior abordamos el tema de como limpiar la chimenea. Aunque a menudo, bien por falta de tiempo o por miedo a no dejarla en buen estado, puede que haya reticencias a realizar esta tarea por nosotros mismos. Aquí es donde entra la figura de un profesional, que poco tiene que ver con lo que se ha visto en algunas películas. Hablemos de las tareas del deshollinador de chimeneas, un perfil tan importante como necesario.

¿Por qué es necesario un deshollinador?

La respuesta a esta pregunta es bastante sencilla. La acumulación de hollín en las chimeneas es más que una cuestión de estética. También tiene que ver con el rendimiento de esta, así como la seguridad e incluso la salud de los habitantes de la vivienda.

En el primer aspecto, una chimenea sucia pierde eficiencia. El tiro no es el adecuado y se consume combustible en exceso, sin lograr el resultado óptimo. Además, gran parte de los incendios domésticos se deben a un mal mantenimiento de los sistemas de calefacción. Por no hablar de los problemas respiratorios que pueden producir el hollín y el humo cuando reboca.

Limpieza, la tarea principal del deshollinador

Como es evidente, la labor principal de un deshollinador es la de limpiar el interior de la chimenea y dejarla lista para su uso como el primer día. Para ello se requiere equipo adecuado y experiencia, sobre todo a la hora de retirar los residuos y asegurarse de que no queda nada.

¿Cómo se realiza una limpieza en profundidad? Normalmente entrando por el hueco de la chimenea desde arriba, para que el hollín vaya cayendo al hogar y poder retirarlo después del modo adecuado. También se necesitará acceso a los registros que pueda haber, para comprobar de antemano cuál es el grado de suciedad y el tipo de trabajo que se requiere.

Revisión y tareas de mantenimiento

Otro de los trabajos que se pueden encargar a un deshollinador es una inspección para ver cuál es el estado de la chimenea. Así se sabrá que es necesaria una limpieza e incluso si se necesita una reparación en algún conducto, que solo se puede ver cuando se analiza con cuidado.

Por tanto, la labor de un profesional no se centra solo en limpiar, sino que es una figura clave para  garantizar el buen estado de la calefacción. Hacerlo puede ayudarnos a prevenir muchos problemas y alargar la vida útil de la chimenea, lo cual es muy ventajoso.

¿Cuánto pueden durar las tareas del deshollinador de chimeneas?

La verdad es que no se puede determinar un tiempo concreto, ya que cada chimenea es diferente. También depende de con qué frecuencia se hacen los trabajos, ya que no es lo mismo limpiar una chimenea que se usa a menudo una vez al año que espaciarlo en el tiempo.

Si todo se ha preparado y el deshollinador puede ponerse a trabajar de inmediato, puede fijarse una duración de entre 15 y 45 minutos. Si se trata solo de limpiar un tubo de chimenea y se hace con frecuencia, la limpieza puede llegar a ser de tan solo 10 minutos, gracias a la maestría que tiene este profesional.

¿Se produce mucho hollín durante la tarea?

Esta es una pregunta bastante habitual, sobre todo cuando no se ha hecho nunca una limpieza de chimeneas. Si todo está bien instalado y la chimenea funciona correctamente, no se tiene que esperar una nube negra dentro de la casa. Además, a veces se pueden hacer los trabajos desde fuera, extrayendo en hollín directamente sin que caiga en el hogar.

En cualquier caso, una forma muy práctica de mantener el hollín bajo control es contar con una puerta. Así, si cae hacia abajo, la puerta retendrá todos los residuos y después se podrán recoger sin mayor inconveniente.

Cómo facilitar el trabajo del deshollinador

Para que el profesional pueda desarrollar de un modo más eficaz su labor, es recomendable tomar ciertas medidas previas a la visita. Como despejar el acceso a la chimenea, tanto el tejado como las ventanas de inspección y los registros. También es evidente que no habrá que encender la chimenea el día en el que vaya a venir, para que esté totalmente fría. Y retirar todo aquello que pudiera entorpecer el movimiento del deshollinador en la zona de trabajo.

¿Es obligatoria la limpieza de una chimenea?

A diferencia de otros países de nuestro entorno, en España no existe una ley que exija limpiar la chimenea. Por ejemplo en Noruega la norma es de una vez cada cuatro años mínimo, mientras que en otros lugares debe hacerse cada año. España es una excepción, aunque existe la recomendación de hacerlo una o dos veces al año, dependiendo de la potencia calorífica. Pero no es de obligado cumplimiento.

No obstante, como dijimos al principio la limpieza de chimeneas es necesaria por varios motivos. El principal es el de disfrutar de una mejor eficiencia y obtener el máximo rendimiento de la leña que utilicemos, o de cualquier otro combustible. Pero también por seguridad, para evitar que el hollín pueda convertirse en un foco de peligro de incendio, y por salud al prevenir de afecciones respiratorias.

Para todo ello, las tareas del deshollinador de chimeneas son esenciales. Así tendremos la seguridad de poder encender nuestra calefacción y alcanzar el máximo confort.