Qué es y cómo funciona una chimenea eléctrica

Qué es y cómo funciona una chimenea eléctrica

Cuando se habla de chimenea, lo habitual es pensar en un buen fuego de leña. Unos troncos crepitando y creando ese ambiente cálido y acogedor que solo este elemento puede producir. Aunque existen otros tipos de chimeneas, que también crean esa sensación y que no utilizan madera como combustible. Un ejemplo son las chimeneas de bioetanol, de las que ya hablamos hace un tiempo. En esta ocasión os traemos un tipo de chimenea para casa muy diferente a todas las demás, se trata de las chimeneas eléctricas.

 

Qué es una chimenea eléctrica

En realidad, lo que se conoce como chimenea eléctrica es un elemento decorativo. A simple vista tiene la apariencia de una chimenea real. Con troncos o pedazos de carbón que son imitaciones, y que al encenderse generan la sensación de que hay fuego, mediante una serie de luces en movimiento. Lo cierto es que tiene un realismo bastante llamativo, que nos hace dudar si poner o no la mano sobre las “brasas” por si acaso.

Estas chimeneas cuentan con la gran ventaja de que no siempre se necesita de obra para su instalación, ya que se puede obtener como cualquier otro mueble decorativo.

 

Funcionamiento de esta chimenea

El modo en el que funciona esta chimenea es muy parecido al de un radiador convencional. Cuenta con una resistencia de potencia variable según el modelo, que emite calor por radiación. La única diferencia que hay respecto a estos es que también tiene un sistema de ventilación, que hace que el calor salga hacia fuera y se distribuya de forma más uniforme.

Eso en la parte de calefacción como tal. También se puede usar solo la parte que imita el fuego de la chimenea si lo que se quiere es simplemente crear ambiente, toda una ventaja para aquellos que quieren sorprender a sus invitados. Esto hace que, por ejemplo, se pueda tener un fuego encendido en verano sin pasar calor, si es lo que quieres.

 

El consumo de electricidad 

También en este apartado se puede diferenciar entre el apartado de imitación de la chimenea y el de calefacción. Las “llamas” se producen mediante lámparas, que en la actualidad suelen ser LEDs y su consumo es mínimo. Si la chimenea se enciende para calentar, dependiendo de la potencia de las resistencias el consumo varía, siendo el mismo que el de un radiador que tenga la misma potencia. Normalmente está entre los 1000 y los 2000 vatios.

Normalmente puedes regular la potencia de estas por lo que el consumo eléctrico dependerá del frío que tengas, además del modelo y de los tipos de regulación con los que cuente.

 

Chimenea eléctrica

 

Ventajas respecto a otros modelos de chimeneas

Si comparamos estas con otras como las chimeneas de gas o de bioetanol, sobre todo es un asunto de seguridad. Cuentan con un termostato que apaga automáticamente el sistema en caso de subida de tensión e incluso sobrecalentamiento o si nos olvidamos de apagarla y salimos de casa o nos vamos a dormir.

Tampoco hace falta comprar y almacenar combustible. Y si queremos simplemente ver del fuego, el coste es muy bajo, ya que como hemos comentado normalmente la ilumuninación la aportan unos LEDs que son de muy bajo consumo, así que podréis disfrutar de la hipnosis del fuego incluso en verano, sin la necesidad de aunmentar el calor.

Aunque también hay inconvenientes. Por ejemplo, la potencia que tienen no alcanza la de el resto de chimeneas. Por ello, normalmente se tienen como un elemento decorativo o un calefactor de apoyo, destinado solo a mantener un poco más alta la temperatura. También puede ser útil en espacios reducidos.

Teniendo en cuenta estos factores ya solo queda que elijas la mejor opción para tu salón o para tu cuarto, ¿a quíen no le gustaría difrutar de un pequeño fuego a los pies de su cama sin ningún esfuerzo?

Esperamos que esta información te sea de utilidad y sepas si este Tip pode chimeneas te puede interesar.

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